miércoles, 21 de enero de 2015

BIS o BPI

Si algo bueno ha tenido esta crisis es que los ciudadanos han aumentado sus conocimientos económicos. De un tiempo a esta parte, conceptos como prima de riesgo, apalancamiento o banco central se han convertido en términos que han trascendido al lenguaje de los entendidos y han saltado a la calle. Sin embargo, aunque todo el mundo ha oído hablar del Banco Central Europeo, pocos lo han hecho del BIS, BPI o Banco de Pagos Internacionales.
EL BIS o BPI es una organización internacional que se dedica a fomentar la cooperación monetaria y financiera entre los países. Tiene sede en Basilea y, desde su fundación en 1930, se ha convertido en el banco central de los bancos centrales del mundo.

El BPI: estructura


El Banco de Pagos Internaciones cuenta con tres órganos decisorios. En primer lugar está la Asamblea General de bancos centrales miembros que se engloba, como su propio nombre indica, a los bancos centrales miembros y cuyo trabajo consiste en aprobar los estados financieros anuales y decidir sobre ciertos asuntos.
En segundo lugar se encuentra el Consejo de Administración. Compuesto por veintiún miembros como máximo, cuenta con seis consejeros de oficio que se corresponden con los gobernadores de los bancos centrales de Alemania, Bélgica, Francia, Italia y el Reino Unido y el Presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal. Entre sus funciones está marcar el rumbo de la estrategia y de las políticas del Banco y supervisar a la Alta Dirección.
Finalmente, el Banco cuenta con un Director General que se haya asistido por el Comité Ejecutivo. Actualmente, Jaime Caruana es el Director General del BPI y Hervé Hannoun el Director General Adjunto.
La entidad dispone de diversas secretarías internacionales que trabajan en pro de la normalización y la estabilidad financiera. Entre estas secretarías se pueden encontrar las secretarías del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el Comité sobre el Sistema Financiero Global, el Comité de Sistemas de Pago y Liquidación, el Comité de los Mercados, el Grupo sobre el Buen Gobierno de los Bancos Centrales.

EL BPI: funciones


Dado el carácter plurinacional del banco, su plantilla está formada por unos quinientos cincuenta empleados de cincuenta países que desarrollan funciones tan diversas como:
  • Fomentar el debate y facilitar la colaboración entre bancos centrales
  • Favorecer el diálogo con otras autoridades responsables de promover la estabilidad financiera
  • Realizar estudios sobre asuntos relacionados con las políticas que afectan a los bancos centrales y a las autoridades supervisoras del sector financiero
  • Actúar como contraparte de primer orden de los bancos centrales en sus transacciones financieras
  • Ejercer de agente depositario o fideicomisario en operaciones financieras internacionales
Para llevar a cabo estas tareas, el Banco cuenta con capital exclusivamente proveniente de los cincuenta y cinco instituciones que tienen representación en las Asambleas Generales y que con los bancos centrales o autoridades monetarias de: Alemania, Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Bosnia y Herzegovina, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile, China, Corea, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, España, Estados Unidos, Estonia, Filipinas, Finlandia, Francia, Grecia, Hong Kong RAE, Hungría, India, Indonesia, Irlanda, Islandia, Israel, Italia, Japón, Letonia, Lituania, Malasia, México, Noruega, Nueva Zelandia, los Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, la República Checa, República de Macedonia, Rumania, Rusia, Singapur, Sudáfrica, Suecia, Suiza, Tailandia y Turquía, además del Banco Central Europeo.

El BPI: un banco para gobernarlos a todos


El Banco de Pagos Internacional cuenta con una gran cantidad de servicios financieros encaminados a ayudar los bancos centrales y otras autoridades monetarias a gestionar sus reservas de divisas. Para hacerse una idea de la importancia de la entidad, basta decir que, en 2013,contaba con depósitos por el 2% de las divisas mundiales.
El BPI presta sus servicios desde dos salas de negociación interconectadas y situadas cada una en una punta del mundo, la primera en la sede del Banco en Basilea y, la segunda, en Hong Kong, donde se sitúa su Oficina de Representación para el continente asiático y el Pacífico.
Como era de esperar, esta institución no acepta depósitos de particulares ni tampoco de sociedades por grandes que sea. Tampoco está autorizado a conceder anticipos a gobiernos o a abrir cuentas en su nombre.

Conclusión


Como se puede apreciar, siempre hay un banco supervisor incluso para los bancos centrales. Aunque el sistema financiero internacional dista mucho de ser perfecto, siempre es bueno saber que existen instituciones que trabajan en pos de la mejora contínua buscando un futuro en el que las crisis financieras, aún existentes, sean menos violentas.

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